Introducción a la microcirculación
La microcirculación es el flujo de sangre a través los vasos más pequeños del aparato circulatorio, es decir, las arteriolas, las vénulas, las anastomosis y los capilares. La microcirculación está presente en todos los tejidos y los órganos, a excepción de la córnea. La supervisión de la perfusión con láser Doppler (LDPM), el análisis de contraste de moteado láser (LASCA) y la oximetría transcutánea (tcpO2) son técnicas reconocidas para el estudio de la microcirculación.
Las principales funciones de la microcirculación son transportar células sanguíneas y sustancias como el oxígeno desde y hasta los tejidos (flujo nutritivo), ayudar a regular la presión sanguínea y actuar como termorregulador (principalmente a nivel cutáneo).
El flujo de sangre microcirculatorio puede presentar vasomoción, es decir, oscilaciones rítmicas del tono vascular provocadas por cambios en la constricción y la dilatación del músculo liso que se controlan tanto a nivel local como sistémico. Las variaciones suelen ser de 4 a 10 ciclos por minuto (cpm) y pueden cambiar con la temperatura. Es interesante señalar que la vasomoción se reduce de manera significativa en las microneuropatías y los colgajos problemáticos.
Además, la microcirculación también muestra una dinámica extrema. En condiciones normales, la perfusión sanguínea puede experimentar diferencias de varios miles por ciento entre una yema del dedo fría o caliente. También presenta importantes variaciones espaciales y puede mostrar cambios de hasta el 100 % en la piel del antebrazo si el lugar de medición se desplaza un milímetro. Las mediciones de la perfusión sanguínea con láser Doppler reflejan esta dinámica extrema y las amplias variaciones espaciales.
Se sabe que los siguientes parámetros influyen en la microcirculación:
- Temperatura del paciente
- Presión arterial sistémica
- Estado general (estrés, alimentación, medicación, tabaquismo, etc.)
- Actividad mental
- Actividad física
- Edad
- Diabetes
- Insuficiencia arterial (reserva microcirculatoria)
«De por sí, las microangiopatías juegan un papel importante en la diabetes y la enfermedad del colágeno vascular. En otros trastornos, como el amplio espectro de enfermedades isquémicas y la insuficiencia venosa crónica, la morfología y la función microvasculares se ven alteradas como consecuencia de los daños microvasculares. En ambos casos, la microcirculación es la diana; los cambios a este nivel determinan si un tejido sobrevive o no»1Bollinger A, Fagrell B in Clinical capillaroscopy. 1984.
Debido a las grandes variaciones que se observan normalmente en el flujo sanguíneo microcirculatorio, a menudo se utilizan provocaciones para facilitar la interpretación de los datos. De este modo, el usuario puede comprobar la respuesta a una provocación determinada en lugar de ceñirse al valor basal del flujo microcirculatorio. Entre las provocaciones más habituales se encuentran las siguientes:
- Calor: dilatación máxima, capacidad de reserva tisular
- Oclusión: hiperemia reactiva posoclusiva
- Fármacos: pruebas con parches, iontoforesis, inyecciones
- Postura: reflejo venoarterial, elevación de piernas
- Enfriamiento: fenómeno de Raynaud
- Estimulación eléctrica: estimulación de las fibras C
Bibliografía:
- Bollinger A, Fagrell B in Clinical capillaroscopy. 1984.
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